martes, 8 de mayo de 2012

Causas


Los "vertederos" existen desde la sedentarización del hombre. Hoy, son una de las "fuentes" para conocer los primeros habitantes de todas las partes del mundo.

La evolución de los vertederos no varió mucho durante siglos de historia de la humanidad. Su principal función era de sacar la basura de las ciudades, por medida sanitaria, y, a veces, por su posterior aprovechamiento.
La noción de vertedero, tal y como les solemos conocer hoy, fecha del inicio de la revolución industrial (finales del siglo 19) en Europa.

Debido al incremento de las ciudades, y del auge de la sociedad de consumo, el volumen por habitante empezó a crecer, llegando a lo que se conoce hoy. (cerca de un kilo, por persona al día, en Europa)

Los vertederos en el "primer mundo" (América del norte, Europa, algunos países asiáticos, Oceanía) están llamados a desaparecer a medio término, visto que, actualmente se sabe reciclar 97% de lo que los compone. Se esta también tomando en cuenta el coste económico, y energético del transporte y gestión de dichos residuos.
La tendencia actual es la separación de los desechos (tantos domésticos como industriales) para su posterior valorización.

Tipos de Vertederos


Controlados" o "rellenos sanit- Vertedero oficial: Es un vertedero que bajo ciertas consideraciones o estudios de tipo económico, social y ambiental, es destinado por los gobiernos municipales o citadinos. También son conocidos como "vertederos arios".

Vertedero no oficial: Es un lugar en el que, sin consideraciones medioambientales, es elegido por algún grupo humano para depositar sus desechos sólidos. Son grave fuente de contaminación, enfermedades y otros problemas. Generalmente son establecidos en depresiones naturales o sumideros.

A los vertederos tradicionales actuales es destinada la basura generada por un grupo o asentamiento humano. Ésta, por lo común, contiene de forma revuelta restos orgánicos (como comida), plásticos, papel, vidrio, metales, pinturas, tela, pañales, baterías, y una gran diversidad de objetos y sustancias consideradas indeseables.

En el proceso de descomposición de la materia en los vertederos, se forman lixiviados que arrastran los productos tóxicos presentes en la basura, y contaminan las aguas subterráneas, que en ocasiones se utilizan para consumo humano y riego.

Se liberan al aire importantes cantidades de gases como metano, CO2 (gas responsable del efecto invernadero) o gases tóxicos como el benceno, tricloroetileno, etc.
Durante los incendios accidentales o provocados en dichos vertederos, se liberan a la atmósfera al arder productos clorados, algunos tan tóxicos como las dioxinas, declarada cancerígena por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A pesar de los esfuerzos por recuperar los materiales contenidos en los residuos, los vertederos siguen siendo necesarios como infraestructura para la eliminación de residuos.

Deben tomarse medidas para la impermeabilización de los vertederos y la instalación de sistemas de recogida de lixiviados, de modo que se evite la contaminación del agua, el suelo, entre otras.
                              

Educación ambiental


Según la definición de trabajo que proporcionaron conjuntamente la UNEP, la UNESCO, y la OCDE en Paris en 1992, la educación ambiental es “un proceso permanente, en el cual los individuos toman conciencia de su medio ambiente y adquieren los conocimientos, los valores, las habilidades y experiencias, así como también la determinación que les permita actuar de manera individual y colectiva para resolver los problemas ambientales actuales y futuros… así como de satisfacer sus necesidades sin comprometer las necesidades  sin comprometer las necesidades de las generaciones del futuro.
La educación ambiental actual está probando diferentes maneras de genera cambios e iniciar la acción.  Tales proyectos van más allá de despertar comprensión y concientización.  Su propósito es desarrollar habilidad, crear un sentido de responsabilidad y estimular la acción individual y colectiva.  La educación ambiental tiene el potencial de originar acción a nivel individual, comunitario y gubernamental.  No obstante, los activistas ambientales y los instructores están volviéndose más sensibles respecto a las situaciones que obstaculizan la acción participativa a favor del medo ambiente, tales como: 
  • Cuando las comunidades marginadas se enfrentan a graves problemas económicos y sociales.
  • Cuando los gobiernos y la industria no tienen sensibilidad respecto al medio ambiente y no se comprometen a adoptar políticas ambientales inocuas.
  • Cuando las iniciativas locales no logran sus propósitos, debido a la falta de apoyo del sector institucional y a las falta de coordinación con otras iniciativas.

Por lo tanto, la educación ambiental tiene que dirigirse a todos los sectores de la sociedad: a los individuos, las comunidades, las instituciones públicas, el sector privado, los gobiernos, los creadores de las políticas y las organizaciones internacionales

El suelo y las aguas subterráneas


Los lixiviados arrastran las sustancias tóxicas producidas en el vertedero. La Agencia de Medio Ambiente de EE.UU. (USEPA) ha analizado hasta 200 compuestos diferentes presentes en los lixiviados en los vertederos de residuos sólidos urbanos. Algunos como cloruro de vinilo, cloruro de metilo, tetracloruro de carbono, clorobencenos (de los que destaca el hexaclorobenceno, por su toxicidad) y arsénico son sustancias cancerígenas.
Al igual que el resto de las sustancias organocloradas, son persistentes y bioacumulativas en todos los eslabones de la cadena trófica.
El plomo, cadmio y el mercurio son metales pesados presentes en los lixiviados de los vertederos. El plomo procede principalmente de las baterías de los coches y de aparatos electrónicos, plásticos, vidrio, cerámica, pigmentos, etc.
El plomo ocasiona lesiones cerebrales en los niños e hipertensión arterial en adultos. El mercurio produce lesiones renales y neurológicas. Las fuentes de cadmio y mercurio son fundamentalmente las pilas. El cadmio, además, se encuentra en los aparatos electrónicos, plásticos, etc.; produce lesiones renales y hepáticas.
La contaminación del agua de los pozos y acuíferos tiene consecuencias perjudiciales para la salud humana y degradan el medio marino.
El vertido de residuos sólidos urbanos y escombros al mar  a  través de acantilados como el escandaloso ejemplo de Horcas Coloradas, en Melilla es una práctica habitual en las costas españolas.
Entre un 45% y un 80% de los objetos flotantes encontrados en el mar Mediterráneo son plásticos. Su ingestión, directa o indirecta, por parte de los organismos marinos es uno de los principales problemas que ocasionan.
Los plásticos tienen un grave impacto en la vida marina. Algunos animales los ingieren por error, como las tortugas marinas, que confunden los plásticos con las medusas, componente fundamental de su dieta. Ello les provoca obstrucciones intestinales e incluso, la muerte. Del mismo modo, algunas aves quedan atrapadas por plásticos que les ocasionan laceraciones, estrangulamientos y pueden provocarles la muerte.
Los vertederos "controlados" son depósitos de residuos en los que se "garantiza" que los líquidos de lixiviación no van a contaminar el suelo o las aguas subterráneas; para ello, deben disponer de sistemas de recogida de los lixiviados para ser tratados posteriormente. Sin embargo, la realidad es diferente. Los vertederos supuestamente controlados tienen fugas de gases y de lixiviados. Según la USEPA.
Existen buenas evidencias teóricas y prácticas de que los componentes tóxicos que se echan en los vertederos con casi seguridad emigrarán de estos depósitos al medio ambiente.